Hola soy Ángel Salas, me presento.
Después de muchos años en el Gym, un día me propuse ponerme a correr cansado de hacer siempre lo mismo y así fue, empecé a correr en mi pueblo, Montilla, por asfalto y poco a poco fui mejorando. Unos amigos del club de triatlón Trivila me vieron corriendo solo y me animaron a apuntarme a su club, lo hice. Estuve uno año practicando esta disciplina, pero de la mano de un compañero de trabajo y amigo, Curro, me animó al Trail y me enamoré de este deporte. Me encanta la naturaleza y eso fue un punto de inflexión a la hora de decidirme por él. Me entrenaba por la campiña, algún día por la sierra de Cabra, hasta que Rafa Córdoba, compañero de este Club que ya conocía, me puso en contacto con “El Presi” y a partir de ahí comenzó mi aventura con la familia Omeyas a la que estoy muy orgulloso de pertenecer, solo puedo decir una palabra “Agradecido”.
Ya entrando en materia del GTPE (Gran Trail de los Picos de Europa), esta aventura empezó antes de la pandemia, un grupo de 5 amigos vimos la publicación de la carrera y nos saltaron las alarmas -jeje-. ¿Por qué no la hacemos? dijimos. De primeras pensamos en la ultra 70k 5600+, pero debatimos un poco y al final decidimos que sería mucho para nosotros, sin haber corrido nunca en ese terreno y sin saber cómo defendernos por esas montañas, así que nos tiramos por la de 35k 2200+.
Con la pandemia por medio tuvimos que decidirnos entre dos opciones: que nos devolvieran el dinero o seguir adelante con la aventura y posponerla hasta que se pudiera realizar más adelante, escogimos la segunda. Finalmente se fijó para 2022.
Por situaciones personales solo quedamos 3 de aquellas 5 personas. Pero bueno, seguimos adelante con la aventura.
Así que, el día estaba fijado y salimos para Asturias. Una vez llegamos a la zona, nos quedamos impresionados por lo verde que estaba todo, por las montañas impresionantes y por el clima favorable para correr. Hay que recordar que veníamos de 40 grados a la sombra.
Llego el día de la carrera, había llovido toda semana incluida la noche previa. Pero nosotros estábamos decididos a pasarlo pipa bajo el agua y el barro. Lo que no nos esperábamos es que la cantidad de barro iba a condicionar mucho la carrera (cantidades industriales de barro). Había zonas que te clavabas literalmente hasta las rodillas. Pero yo cada km que hacía, entre subidas verticales resbaladizas y bajadas técnicas, de piedras sueltas, raíces y barro de todos los colores, más me divertía y disfrutaba como un niño chico. Caídas, resbalones, zapatos perdidos en el fango, bastones rotos por el camino, etc. Vamos, una aventura inolvidable. Aun así, para mí, hice un “tiempazo”. Mi tiempo previsto estaba en 5h, incluso algo menos, sin conocer el terreno pero súper contento el resultado de 5h 33’ y la posición 128 de la general y la 62 de mi categoría.
Mis compañeros, al igual que yo, lo pasaron de lo lindo. Manuel Luque tuvo una caída en la primera bajada y perdió la respiración unos minutos pero solo fue un susto y Curro se perdió unos 4K, así que le salió casi la maratón. Por lo demás, muy contentos y satisfechos por el resultado que con llegar sano y salvo ya era una victoria.
PD: Doy las gracias a mi “Míster”, Ladis Rodríguez, que sin él no podría estar al nivel que estoy hoy en día para poder competir y terminar con buenas sensaciones todas carreras.
Ángel Salas.