Hola, me han pedido si podría hacer un crónica sobre la Ultra Bosques del Sur que se celebró en Cazorla el pasado mes de junio, en la cual participé, y aunque se me da mejor correr que escribir voy a hacer el intento. Primero me presento un poco. Me llamo Natalio y aterricé en el mundo del Trail un poco de casualidad. Siempre me ha gustado la montaña, cuanto más técnica mejor, pero no pasaba de hacer senderismo, trekking, etc, eso de correr por el monte la verdad que nunca se me pasó. Hasta que corriendo por el parque del barrio vi un centro de tecnificación de carrera, así que un día entré y ahora llevo desde el 2018 haciendo la cabra. Soy un recién llegado a esto de las ultras, esta sobre la que escribo ha sido mi cuarta, cada una de una distancia y estilo, y en una próxima entrega os hablaré de la quinta, la distancia mítica de las 100 millas.
A las 00:00 del 4 de junio del 2022 y previo paso por el control de material obligatorio pertinente, 450 criaturas, entre corredores y corredoras, tomábamos la salida de la Ultra Bosques del Sur, con una distancia de 99 kilómetros y un desnivel acumulado (+/-) de 8400 metros. Todo el pueblo estaba en las calles animando, mucha gente, mucha animación, animación que se echaría en falta en el resto de la carrera. Los primeros kilómetros pasaron muy rápido, seguramente demasiado, salimos a un ritmo que para una ultra es alto 20 kilómetros y 1000 positivos en 2 horas, y claro, luego lo pagué. El mes anterior entre Covid, alguna molestia, etc, no pude entrenar bien, eso unido a que me costaba comer en carrera pues pasó que a partir del kilómetro 30 solo la cabeza y las pocas fuerzas que tenía me llevaron a la meta.
La primera parte era divertida, una subida bastante larga y pronunciada, senderos, luego un sube-baja, todo bien. Me iba encontrando en los avituallamientos con nuestro compañero Rafa, que era su primera ultra y le salió genial, la tenía bien preparada y hasta que lo dejé de ver a partir de la base de vida del Borosa siempre llevaba buena cara. ¡Mi enhorabuena por su carrerón!
A partir del kilómetro 30 hasta el Borosa, recuerdo mucha pista, yo iba con un bajón gordo de energía, y me empezaban a doler las piernas, las caderas, etc, en las bajadas e incluso en el llano. En ese punto me alcanza Manuel Laborda, un amigo de Sevilla, y voy unos kilómetros con él, nos amanece bajando el curso del Borosa. Unas cascadas impresionantes, una zona preciosa también con la Cerrada de Elías donde el río se encajona y pasamos por un pasillo de madera en la roca sobre el curso del río. A las 9 de la mañana llegamos a la base de vida del Borosa, se llama así porque puedes dejarle previamente a la salida una bolsa a la organización con cosas que vas a necesitar para la segunda parte de la carrera. Allí volvía a estar Rafa que me ofrece su silla porque era evidente que no iba bien, ¡el sigue con buena cara!. Continúo sin poder comer, solo agua y sales, eso siempre, no me entra la pasta, desde ahí solo dos geles, quedaban aún 35 kilómetros y 1200 positivos. La salida de la base de vida es una cuesta de unos 3 kilómetros y 400 positivos. Manuel se me va yendo poco a poco y desde ahí me quedo solo hasta meta. Ya empieza a hacer calor y aún queda otra subida larga a pleno sol, el Puerto de las Palomas, y por último la subida a la ermita ya como remate. Se echa en falta la animación, no hay prácticamente gente en el recorrido, y ya es de día. Al final tirando de cabeza consigo terminar la carrera en unas 15 horas y 30 minutos, solo a media hora de la marca que tenía pensada.
Dar las gracias siempre a los voluntarios y voluntarias de la prueba, gente que pasa la noche de manera desinteresada en mitad del monte para ayudarte en lo que puedan, darte ánimos y servirte agua, hidratos o lo que necesites, sin ellos las carreras no serían posibles, y a la organización, todo estuvo bien organizado, balizado, y se recibía en meta a cada participante como se merecen después de una prueba que me pareció bastante dura.
Natalio Cruz Acevedo