Soy Estrella, empecé a correr el 1 de enero de este año y voy a contar mi primera experiencia en carrera trail el pasado 15 de octubre:
Todo empezó con una confusión, “me voy a apuntar a la más cortita, la de 10 km”, relleno mi inscripción y pago, 10 euritos, 10 km, creo que puedo, la pago y así no me echo para atrás.
El tiempo transcurre hasta unos días antes de la susodicha cuando contactan conmigo porque mi fecha de nacimiento está errónea, se soluciona y perfecto, todo sigue.
Un día después me escribe el organizador, que me he equivocado de inscripción, que no es cadete, que me apunta a la de 16 km y le digo que imposible, que yo esa no puedo y me anima, me dice que si no puedo que me retire cuando quiera o antes de “la pedrera” y por no hacerle el feo, sigo pensando que lo peor que puede pasar es retirarme, pues me salgo y me voy, fácil.
Jueves, día festivo, un compi del club se ofrece a entrenar conmigo y allá que vamos, creo que se me dio fatal, tardamos mucho, aún bastante calor, me vine abajo un poco, pero bueno…a unas malas, me retiro, me salgo y me voy, fácil.
Ya son varias las personas que están pendientes, se molestan y me animan, bastante presión para mi cabeza y llega la víspera; esa noche no puedo dormir, he comido bastante, he preparado mis cosas, geles, sales, carne de membrillo, algo de chocolate, agua a tope, tiritas y una playlist para ir escuchando música.
Llega el día, supertemprano me preparo y me voy para la SKYRACE Popular, música a tope en el coche, una cola para entrar bastante importante pero no importa porque me da tiempo a tener tranquilidad, a confiar en que me voy a divertir sobre todo, porque siempre lo hago, aunque salga con pocas ganas y lo peor que puede pasar, que me retire, me salga y me vaya, fácil.
Aparco, dos chicas me cubren porque necesito orinar, más personas que me ayudan, la presión aumenta.
Empiezo a saludar a mis compis que hacen la carrera larga y por fin me toca, pocas caras conocidas aunque alguna sí que me suena, me arrimo, charlo nerviosa, me pongo la música y a correr.
El comienzo siempre es lo peor, nada más salir empiezo a pensar que no puedo, que para qué, que me quiero volver y movidas varias, pero veo que ya puedo ir a mi ritmo porque no viene nadie detrás, aunque encuentro un grupillo parlante delante de mí, una pareja y dos chicas a las que adelanto, pero luego me adelantan, voy a la par, me quito los cascos y me uno, ya formo parte de la grupeta, no me retiro por ahora, así que a trotar.
Me siento bien, voy a gusto, hablo poco porque no puedo, pero algo hablo…, corremos, andamos, subimos, bajamos, me esperan, espero, me encanta, no voy sola, ya son más los que me acompañan, nos animan los compis del primer avituallamiento, ya queda menos, voy bien, vamos genial.
Conversando y a buen ritmo pasamos al segundo avituallamiento, dátiles y más agua, increíble pero cierto, voy genial, vamos muy bien, oigo voces que me animan a lo lejos, venga que ya mismo está aquí ”la pedrera”, bajamos un cortafuegos donde también veo una pareja que me encanta y me animan, bajando lento pero cierto, poco a poco, sin prisas…charlando, compartiendo, riendo, llegamos al último avituallamiento y a tope de agua, vamos muy bien, animadas y a darlo todo.
Comienza “la pedrera” pero no me parece tan mala, poquito a poco y llega la cuerda, me flipa, me encanta descansar las piernas y me encuentro fuerte, oigo ánimos de lejos y musicote, los compis haciendo fotos, Manolo de Aristarum que parece que veo a Dios, y sigo oyendo más voces y ahí están los compis en la cima, me encanta, casi lloro de la emoción, pero ya sí que no puedo.
Seguimos corriendo, una de las chicas de la grupeta no me deja ni parar, me anima tanto que quiero gritarle que me piro, que ya no puedo más, que me salgo, pero no puedo, lleva animándome todo el rato y no puedo más que asentir y correr, nos queda poco pero se hace interminable, me duelen las uñitas de los pies y ya sí que voy regulera, torcemos los villares y ya sí que sí, la meta, subidón de adrenalina y una fuerza rara que me impide parar, no me lo creo pero estoy bien, entera y fotillos, alegría, mucha aguita y objetivo conseguido, sólo me queda agradecer desde el primero al último y disfrutar de la convivencia.
A las dudas y al miedo los acompañan el amor propio y sobre todo el compañerismo, ánimo y a divertirse.
Estrella.
