Bueno, por fin llegó el día. Después de unas semanas escuchando, cada vez que hablaba con alguien, que la carrera de Sierra Blanca era muy dura yo le decía: “No, tranquilo, si hago la de 30 km” y ellos me decían: “Da igual, jajajaja”.
Llega la hora de la salida; 9:00 de la mañana, una temperatura perfecta de 12 grados y mi coche aparcado cerca de la meta -la salida y el lugar para recoger el dorsal estaban cerca, no tuve problema para dejar el coche-. Después de un minuto de silencio dan la salida e inicio ésta con Alejandra y Ángela; primer error que cometo: no salir rápido y encontrarnos con un tapón muy fuerte en 3 tramos de los primeros 3 km. En torno a 20 minutos que se pierden (recomendable ponerse delante y aligerar en la salida, primer tapón en menos de 1 km). Luego, ya la carrera discurre de una manera genial, con tramos complicados de adelantar, pero sin ningún otro contratiempo.