Soy Joanna, una americana viviendo en Córdoba desde 2018. Empecé con Omeyas Trail en noviembre de 2020 y he estado encantada con la gente que he conocido. Además, Omeyas me ha dado la oportunidad de conocer partes de la sierra de Córdoba que nunca había visto antes.
Llevo corriendo en pista y asfalto desde los 12 años, un deporte que empecé para pasar el tiempo entre temporadas de fútbol. Pero descubrí que soy mejor deportista si quito la pelota del medio. He hecho cada tipo de carrera, desde los 400 en pista hasta maratones en Alaska y Paris, pero puedo decir honestamente que nunca he disfrutado de una carrera tanto como disfruté en mi primera carrera de Trail: el Yelmo en Cortijos Nuevos, Segura de la Sierra.
El Yelmo tiene dos carreras, la larga de 25km y 1400m de desnivel, y la corta de 15km y 600m de desnivel. Había preparado bien con entrenamientos cada finde desde noviembre, poco a poco subiendo en kilometraje y desnivel, pero no sabía cómo llevaría el reto del Yelmo.
La carrera forma parte del Festival Internacional del Aire “El Yelmo.” En la salida, empiezas no solo con los corredores de Trail, sino también con corredores subiendo el Yelmo con una mochila de 20 kilos que contiene todo su equipo de parapente. Subir 1.400m es una cosa, pero llevar una mochila con tanto peso es otra, y motiva mucho ver la gente corriendo con su equipo.
El recorrido es muy bonito, con vistas del valle y bastante sombra al principio. La primera parte es todo subida, primero pasando por olivos, y luego por un sendero muy estrecho en el bosque. Me encontré bien durante la primera parte, pero me había planteado hacer toda la carrera con Sara Galisteo, con quien había estado entrenando. Cuando ella no se encontró bien en el primer avituallamiento y me dijo que siguiera—seguí sola, nerviosa por lo que me esperaba y preocupada por ella. El compañero Juan Carlos me encontró sobre el kilometro 10 y me dijo que había solo tres mujeres delante, y que íbamos a pillarlas. Fui con él hasta la cima, agradecida por la compañía.
Llegué a la cima de Yelmo siendo la tercera mujer. Tenía en mi vista la segunda, pero en cuanto empecé a bajar la perdí de vista y no la volví a ver. La segunda parte de la carrera fue más dura para mí, unas bajadas muy empinadas con muchas piedras, más una segunda subida que fue más leve que la primera, pero constante. Gracias al compañero Antonio que animaba bastante con un poco de música, pasó el tiempo rápido y se hizo ameno el camino. Acabé todo en 3 h:15min y la tercera mujer en la general, orgullosa de un tiempo bueno y, sobre todo, aliviada por haber sobrevivido a mi primera carrera de Trail. Durante todo el recorrido los avituallamientos tenían mucha comida (sandía, plátano, naranja, Aquarius…). La organización de la carrera fue genial y bien marcada y apoyada. En cada esquina o bajada complicada había gente animando y ofreciendo agua. Sobre todo, la sensación de equipo que sentí por empezar, coincidir y terminar con gente de Omeyas, fue una experiencia única. Gracias a esta carrera por darme una experiencia tan positiva para marcar mi comienzo del mundo de Trail—estoy enganchada y tengo mucha ilusión por todas las carreras que me esperan.