Todo empezó el 30 de noviembre, en la puerta del Mesón San Basilio, donde Miguel, cerveza en mano, andaba acechando incautos para reclutarlos en la trepidante subida al pico Aznaitín, desde la localidad de Albanchez de Mágina. Un kilómetro vertical con una distancia de 3 km en los que se ascendían 930 metros. En la primera lanzada me abstuve de contestar, pero ya en la segunda mordí el anzuelo de Miguel. Ni siquiera hizo falta el puntito de embriaguez, ni el habitual “no hay güebos”.
Con el paso de las semanas y tras inscribirme (no sin antes asegurarme que el resto de los incautos también estaban inscritos) fui tomando consciencia de en qué me había metido. Una competición de 3 km donde los 700 metros iniciales son llanos y el resto es una rampa con una pendiente media del 41%. Novedosa también por hacerse en modo contra-reloj, saliendo 2 participantes a la vez cada 30 segundos. Y como guinda del pastel, la prueba es la primera del calendario del Campeonato de España individual y por selecciones autonómicas de Kilómetro Vertical, con la presencia (según canalfedme) ”de 350 especialistas en la materia”, los mejores del país: Daniel Osanz, Pere Rullán, Mikel Beunza, …, Gisela Carrión, Ingrid Ruiz, .., a los que iban a poner en un serio aprieto los auténticos especialistas: David Rodríguez, Ángela González, Miguel A. González, Javier Gavilán y un servidor.